Liyan y David. Lápices de colores y aperturas interdimensionales. El trasfondo es una historia de dos niñas que perdieron un diente (cada una).
¡¡¡Dedicado a Işıl por su cumpleaños!!!
1 comentario:
ángel
dijo...
(toda la ilustración estrá impregnada de un aura misterioso, delicado y mágico ...)
La niña del cielo vivía en el cielo y la niña de la tierra en una preciosa casa sobre la tierra.
Cuando se le cayó un diente, a la niña del cielo, lo recogió un pelícano transparente que iba a visitar a la luna que vivía en el sol, pero a este también se le cayó. Cuando el diente tocó la tierra un arbol creció y creció hacia lo alto del cielo, entonces un loro naranja se fué a vivir en él.
Al salir de su casa, la niña de la tierra vió pasar al pelícano transparente y del susto un diente que tenía flojo salió volando. Entonces una paloma negra entró en la casa, el gato maulló y se encendió el candil. Cuando finalmente el diente tocó la tierra empezaron a crecer unos arbustos preciosos y un zorro rojo se fué a vivir en ellos.
David Poveda nació en Madrid y vive en Hamburgo desde el año 2000. Es Licenciado en Bellas artes y filología hispánica y trabaja como profesor de español y de arte en un instituto de secundaria en Hamburgo.
1 comentario:
(toda la ilustración estrá impregnada de un aura misterioso, delicado y mágico ...)
La niña del cielo vivía en el cielo y la niña de la tierra en una preciosa casa sobre la tierra.
Cuando se le cayó un diente, a la niña del cielo, lo recogió un pelícano transparente que iba a visitar a la luna que vivía en el sol, pero a este también se le cayó. Cuando el diente tocó la tierra un arbol creció y creció hacia lo alto del cielo, entonces un loro naranja se fué a vivir en él.
Al salir de su casa, la niña de la tierra vió pasar al pelícano transparente y del susto un diente que tenía flojo salió volando. Entonces una paloma negra entró en la casa, el gato maulló y se encendió el candil. Cuando finalmente el diente tocó la tierra empezaron a crecer unos arbustos preciosos y un zorro rojo se fué a vivir en ellos.
Publicar un comentario