jueves, 31 de agosto de 2006

Historia de Charo 6



















Charo escuchaba atónita las explicaciones
de Liyoschka sin perderse detalle...

Historia de Charo 5




















Charo disfrutaba mucho más de sus paseos vespertinos
cuando Liyoschka andaba por allí, porque eran muy
buenas
amigas. Además, ese año había empezado a ir a
la
guardería, y podía explicarle muchas cosas que antes
ninguna de las dos entendía.


¡¡¡¡¡ Felicidades Esther !!!!!!

martes, 29 de agosto de 2006

jueves, 17 de agosto de 2006

Historia de Charo 4









Del agua se encargaba Liyoschka, que siempre
pasaba las vacaciones de verano en la granja.
Allí todo el mundo la quería mucho, porque en invierno
el pueblo se quedaba vacío de niños, y era aburridísimo.
La madre de Liyoschka era prima de Fede "pulgares".

lunes, 14 de agosto de 2006

Historia de Charo 3


















El agua y la leche. Esos eran los dos líquidos que mejor conocía Charo.
De su leche se encargaba Fede "el pulgares". Le llamaban así porque
ordeñaba como nadie. A Charo incluso le cantaba canciones, aunque eso
no se le daba tan bien.

domingo, 6 de agosto de 2006

Historia de Charo 2















Durante el paseo de la tarde, a Charo le gustaba subir al cerro
que había al oeste de la finca. Desde allí podía ver ponerse el sol y, sobre todo, esa superficie lisa y brillante que estaba detrás del bosque y las montañas. Charo se preguntaba qué podía ser aquello, porque los árboles los conocía y las piedras también, pero de aquello otro no tenía la más mínima idea. Todos nosotros sabemos de sobra que se trata del mar, pero para una vaca no es tan fácil, incluso para una tan sensible y lista como Charo. Ella sabía perfectamente lo que era el agua, pero el agua de beber, el agua de cerca. Desde lejos el agua se ve muy distinta, tan distinta que si alguien le hubiera dicho a Charo que aquello era agua, no le hubiera creído en absoluto.

Historia de Charo



Charo es una vaca lechera.
Ella es muy modesta, y pensaba que era una más entre tantas otras vacas,una del montón. Pero esto no era verdad por dos razones:
Primero porque a Charo la dejaban salir bastante. La granja donde vivía no era muy grande, pero ella podía estar en el prado un buen rato por la mañana y otro por la tarde, haciendo lo que quería. Esto no pueden decirlo muchas vacas, porque la mayoría están todo el día enchufadas a una máquina que les saca la leche, quieran ellas o no.
La segunda razón por la que Charo era una vaca especial, es lo que le sucedió aquel verano, y que cambiaría su vida para siempre...