
Normalmente a los niños les damos cosas "gordas"
para pintar (ceras, lápices etc.), pero es sorprendente
a veces lo que pueden hacer con herramientas más
"afiladas". Liyan se empeñó en dibujar con mi pluma,
y así, entre los dos, improvisamos este dibujo.
Después llegó Levin y también quería, pero es la mejor
pluma que tengo y tampoco hay que exagerar...